viernes, 14 de noviembre de 2014

Dudas, Temores y Valdivia

   1- Primer test de alta jerarquía. Chile, la representación genuina del fútbol sudamericano. Ese compendio de jugadores abarrotados de talentos, de responsabilidad y liderados por un técnico que vive del fútbol artístico, de la poesía, de la correcta ejecución de los fundamentos en cancha, los mismos que los llevaron a sepultar a España en Brasil y a generar admiración del mundo entero. Ese es Chile, y ante ese equipo se enfrentó Venezuela. Cualquier matriz de opinión que ignore estas premisas nace del radicalismo y por lo tanto, es inválido.

2-     La idea ilusiona. Venezuela mostró dos caras. La que nos puede llevar al Mundial Rusia 2018 y la que tanto tememos, esa selección deprimida, que no logra dar el salto psicológico luego de encajar los goles. Ahí está el primer trabajo del nuevo CT. La fe es el motor del talento, y sin talento una idea no prevalece. La presión alta, la correcta cobertura de los volantes por las bandas y la excelsa participación de Mario Rondón produjo que la primera ocasión de gol en el partido fuese Vinotinto. A partir de allí, Chile entendió el planteamiento nuestro y todo fue a peor.

3-     Presionar la salida del rival te obliga a hacer un repliegue coordinado y a mostrar dominio en los relevos, y hoy Venezuela ni cerca estuvo de lograrlo. Lógico, apenas los automatismos van cocinándose. Y si esta será la carta que Sanvicente utilizará, varias piezas que iniciaron hoy, probablemente, no estén más adelante. ¿Por qué? Simple y sencillamente la condición física prevalecerá al momento de ejecutar la idea.

4-     Arango, Cíchero, Jiménez y González fueron los más desafinados. El capitán se encontró al frente una vorágine que lo llevó al vaivén de las coberturas y a una obligación defensiva que su actualidad no le permite cumplir. Flojo en las pelotas paradas. Cíchero, sigue siendo titular, porque no tenemos un lateral con fuelle en la actualidad. ¿Quijada? Podría ser. Mientras, esa zona sigue siendo una incitación al ataque del rival, las subidas de Gabriel solo le facilitaba el trabajo a un Valdivia que jugó como si mañana se fuese a acabar el fútbol. Exquisito. Alexis disfrutaba de la magia de Jorge, y secuestraba los espacios otorgados por Cíchero. Una repetición del partido de eliminatorios en Santiago. Los centrales dentro del desastre, manejaron bien sus zonas. No así los apoyos en las bandas.

5-     El peor error fue tutear a Chile y tener a Jiménez como cobertura en la banda izquierda. La jerarquía se respeta. Acosta intentaba pero no podía. La goleada termina siendo una respuesta lógica ante la anarquía de Venezuela. Chile te desordena, te frustra, te desnuda y te obliga a mirarte en el espejo. La zona media austral, interpretada por Aranguiz y Díaz dio un recital que tuvo como mayor logro romper cualquier circuito de asociación intentado por Arango y Jiménez. Y sin la pelota demostramos ser frágiles tanto en el fútbol como en la mente.

6-     Mientras el repliegue en las transiciones ataque-defensa sigan descoordinados y sin sentido, las bandas serán nuestro peor enemigo. Eso lo leyó Sampaoli y lo ejecutó a la perfección Jorge Valdivia. Él con el balón y Vidal con los espacios. Todos llegaban. Por dentro, por fuera. Isla hizo por su sector lo que mejor le gustaba, y es llegar a raya final y Eugenio, aunque no tuvo un partido bueno, atacó constante. Fueron superiores en todas las facetas que hubo en el partido.

7-     Faltó Salomón, Rincón, Rosales, Falcón, Guerra, Santos y Suárez. A eso, anéxenle la mejor noticia: Mario Rondón. Ese pivoteador nato que no le teme dar una mano a los volantes en la creación y menos darle la espalda al arco. Su altruismo potenciará a Salomón.

..y 8- Dentro de tantas dudas y temores, Sanvicente se enfrentará a su primera gran encrucijada: ¿Tendrá el coraje para descartar a piezas que no se adaptarán a esta nueva idea? De allí nacerá el éxito de este nuevo ciclo. Hoy la genética de lo perfecto superó al envión del iniciante.


Geoff I. Hernández