1- Porque jamás
en mi vida vi algo tan maravilloso. Un acontecimiento que solo el transitar de
los años podrá descifrarnos lo que realmente ocurrió. Soberanos y señores, así
se plantearon ‘Los hermanos del norte’, fieles creyentes a una evolución que
viene in crescendo desde las bases de las derrotas, y que fundamenta su esencia
en la perfección, en la necesidad de superar los límites de la competitividad y
en la firme intención de adueñarse del Mundo. Resta un solo paso. Aniquilaron y
trituraron sin piedad a la historia y a toda una nación, que en sus adentros se
conocían inferiores pero que jamás, ni en sus más tétricas pesadillas, imaginaría
sentir en sus pieles el fuego de la destrucción.
2-
Toni Kroos y Sami Khedira, los arquitectos de
lo perfecto, de lo sublime, de lo increíble. Secuestraron el mediocampo sin
pedir rescate alguno, sacaron el cuaderno de apuntes y le dieron una lección de
lucidez y de correctas toma de decisiones a un pobre Fernandinho que solo
corría y corría y lo único que veían sus ojos eran el ‘6’ y el ‘18’. Kroos
levantaba la cabeza y percibía el caos brasileño, cuando le cedes espacios a un
asesino como Toni, todo está perdido. Jugó a placer. Yendo, viniendo,
permutándose, orientando al equipo, y multiplicando los esfuerzos de Khedira.
Entre los dos firmaron una sinfonía que Keamen y Mozart con seguridad celarán.
Las ejecuciones son el resultado del pensamiento. Y el pensamiento nace con la
convicción y el conocimiento pleno de tus habilidades.
3-
Efecto
Thiago Silva. Sin él, nada tuvo, tiene o tendrá sentido en esta selección de
los imperfectos indolentes. Su imprudencia frente a Colombia fue el génesis de
la desgracia ante Alemania. Tiene un don. Es el único que puede domar los
demonios de David Luiz. Lo detiene, lo toma por el cuello, y cuando parece
desviarse, con un grito lo regresa a su posición. Es mucho más culpable Thiago
que Fred por este homicidio. Después del cuarto gol de ‘Los hermanos del norte’,
vimos el núcleo del caos, del desastre. Ninguno de los intérpretes de zona 1 y
zona 2 respetaba su espacio. Estaban anestesiados moralmente, al borde de la
cornisa y con ganas de saltar. Veían al horizonte como si quisiesen regresar o
adelantar el tiempo. Asfixiados por un inclemente ejército blanco – vestido de
negro - que sin misericordia recordó
cuáles son sus intenciones. Al carajo el escenario, la gente, la historia.
Brasil terminó la primera parte suplicando por piedad. Muller, El jefe, solo
negó con la cabeza.
4-
Cuando se
busca una explicación sobre lo ocurrido, hay un largo periodo de silencio. Y es
lógico. Son muchos los factores que venían agrupándose – Sobre todo la
injusticia – y esperando el momento correcto para actuar. Es imposible que la
arenga sea suficiente para adueñarte del Mundo. Maradona hace cuatro años lo
entendió, y lo curioso fue que ‘Los hermanos del norte’ también fueron los
verdugos de aquella Argentina indolente. El fútbol es más que eso. Es
evolución, es retarte y tener el coraje de cambiar, porque si no cambias te
extingues. Alemania ha sobrevivido al cambio. De ser los reyes de las
transiciones, hoy se convirtieron en una bestia de mil rostros. De elaboración.
De transición. De verticalidad. De responsabilidad, pero lo que más enamora de
estos ejecutores, es su eterna pasión con la competitividad. El grito de
Schweinsteiger a Ozil luego de errar el 8-0 es la síntesis de esta Alemania.
5-
Neymar es un
escogido. Cuando Dios lo creó en sus planes no estaba vivir esta desgracia.
Aunque desde afuera a veces duela más. Él tendrá que apurarse en crecer en esos
pequeñitos rangos que le restan para llegar a su plenitud. Ajustarse el
cinturón en la capitanía emocional y levantar a toda una nación que está de
rodilla y que verá, probablemente, a uno de sus dos más grandes enemigos
levantar la Copa frente a sus ojos. Tan cerca pero tan lejos. Scolari jamás
entenderá el nivel de lo que produjo. Lucas Moura, Joao Miranda y Filipe Luis,
hubiesen bastado para evitar tanto derramamiento de sangre. Su necedad fue su
condena. Del infierno tendrán que surgir. La historia siempre los respaldará. Y
con seguridad lo harán.
6-
Veloces, capaces, polivalentes, audaces y elegantes.
Eso son ‘Los hermanos del norte’. Te exigen, van al máximo. Piensan en cada
movimiento antes de ejecutarlo, y de allí nace su éxito. Respetan cada
centímetro en la cancha y el egoísmo hace rato que está tomándose una cerveza
en las frías calles de Dortmund. Responsabilidad y talento. Aprender de los
errores, y multiplicar las virtudes. Hoy no hay explicación táctica, solo un
homenaje a una selección que disfruta, vive y siente cada fundamento dentro de
fútbol como si fuese suyo. Y a los que creen que la justicia no juega a la
pelota, ahí estuvo el gol de Klose. A Ronaldo. En Brasil. Él comentando. Cual
cuento de hadas. Chapeau!
…y 7- Yacen sentados los once guerreros, firmes como los molinos
de viento. Esperando la hora. Pasaron doce años desde la última vez que vieron
tan cerca la gloria. El paso más grande de todos. Maracaná. Limpian sus espadas
y afinan sus trompetas, porque el final solo llega cuando la victoria es
inminente. ¡Qué vivan ‘Los hermanos del norte’!
Geoff I.
Hernández
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