1- …y
es que de no haber sido por la noche astronómica y casi inverosímil de Joe
Hart, la visita del pequeñito equipo del City, hubiese terminado en tragedia en
el Camp Nou. La diferencia entre escuadras da miedo. Si se deslastra de los 180
minutos, los últimos 30 del encuentro en el Etihad, estaríamos hablando de un
monólogo de los tres tenores, acompañados por la sinfonía que ha ido
ensamblando correctamente Luis Enrique, después del golpe de efecto en Anoeta.
Superiores. Llenos de fe. Y con suficiente fútbol en sus botas como para volver
a mirar al rostro a los máximos exponentes de esta Liga de Campeones.
2-
“Messi
es una leyenda viva”, eso dijo Mascherano en el postpartido. Con el tino de un
golfista, y la eficacia de cualquier veneno. Porque los adjetivos quedan
minúsculos ante la majestuosidad del ’10’. Cambiar de ritmo, destrozar el
esquema defensivo rival, atracción, y la exquisitez pornográfica del pase a
Rakitic, lo hace el man of the match, de la eliminatoria, de la actualidad.
Jugó de 11, de 9, de 10, o mejor dicho, jugó de Messi.
3-
Yaya
Touré era el único chance verdadero con el que llegaba el Manchester al hábitat
de este nuevo Barca. Y su juego fue tan gris como las noches invernales de
Múnich, y no fue casualidad, fue pleno mérito de Piqué y Mascherano, que cada
vez que le toca trajearse de ‘5’ en el Barcelona, sufre, pero siempre logra
ajustarse. Sufrió porque tenía que mirar de reojo las galopadas de un desorientado
Kun, y de un Nasri, que lo único proactivo que hizo fue incomodar
psicológicamente a un Alba, maravilloso. Masche, diagonalizaba hacia la espalda
de Alves y de Alba. Limpiaba los errores técnicos de Matthieu en salida, y se
aprovechaba de los espacios abiertos en zona dos, para ofrecer su fase favorita
de juego, la anticipación.
4-
No
olvidemos que hablamos también del actual campeón de Inglaterra. Y sin temor al
resquemor ajeno, su participación fue la de un equipo de segunda división. Este
proyecto millonario está cimentado en las apariencias del falso fútbol, y ante
la incapacidad, es imposible ocultar la frustración. Ni con un penal
obsequiado, pudieron acercarse al encuentro más completo que presentó este
nuevo Barca. La justicia es un bosque amplio de límites incalculables. Eso lo
supo Stegen. Y por eso sonrió Guardiola.
5-
Ivan
Rakitic y Andrés Iniesta acertaron en todo el momento. Para el croata, el
adelantamiento angustiante de las líneas del City eran oxígeno a su juego, el
que aprendió el Sevilla, y que tanto le ha costado tatuar en Cataluña. Para el
Manchego, el fútbol es amor, y poesía. Exquisito, estricto en la presión, y quirúrgico
en sus habilitaciones. Hoy, se recordaron, y en presencia de su creador, esas
noches gloriosas de Europa de hace cuatro años, y mucha culpa tuvo la
superioridad técnica culé en la mediacancha.
…y 6- En Marzo
empieza la temporada para los grandes, y la posibilidad del error queda
escondida en las filiales. Es el tramo de la fe. El siguiente paso para
Barcelona será encarar el sorteo del viernes y el superclásico del domingo. Y
bajo la honestidad que fundamenta la tutela de Messi, es imposible llegar en
mejor forma al encuentro que puede trastocar la perspectiva de lo que resta de
temporada.
Geoff I. Hernández
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