domingo, 6 de septiembre de 2015

Para ti Papá..






Ha sido difícil llegar hasta acá y lo sabes. Has transitado al norte, al sur, al este y al oeste, soñando con esa estabilidad para tu familia y con el cumplimiento de esos sueños que cabalgan dentro de ti y que Dios insiste en recordarte a diario. Te has enfrentado a turbulencias de distintas índoles: Ideológicas, espirituales, y económicas. Has visto como personas que juraron amarte y respetarte, te vendieron por menos de lo que tú como amigo le entregaste. Has construido, y has derribado. Has pagado un precio muy duro en tu soledad, enfrentando cara a cara al temor y a las voces que nos gritan en el oído que “estamos solos y que no lo lograremos”. Ninguna de las personas que leerán o escucharán sobre esta carta, tendrán una pizca de idea de lo mucho que sufriste en tus adentros, en ese universo que solo Dios conoce.  Pero aguantaste, y resurgiste como el Ave Fénix, o – Como para hacerlo un poco más poético – La hoja del cerezo. 

 II

En tu oficio hay muy pocos como tú – Y de forma imparcial lo digo. Debe ser un privilegio mayor y una responsabilidad incalculable ser un puente de comunicación entre el Poder Ejecutivo de los cielos y la tierra. Hoy es un buen día para recordarte el nivel de admiración que siento hacia ti. Hacia la facilidad con la que has enfrentando las injusticias y como nunca utilizaste tu don para corromperte. Aunque muchos no te hayan visto con los ojos de la gracia, siempre habrá una nueva tierra dispuesta a reconocer la genética de libertad y de unción genuina que hay dentro de ti. Y como te lo dije en alguna noche fría de Caracas, todo crecerá el día en que creas en ti mismo. 

III

Soy terrible en las demostraciones de amor que esta sociedad enseña. Por eso apelo a las letras – Mi arma preferida - , y a través de ellas, quiero desatascar cualquier fantasma del pasado, cualquier herida oculta que afectase nuestra unión como Padre e Hijo. Porque siempre tienes la palabra que derrumbará a mis enemigos y ese es mi mayor tesoro. Perdóname por mi eterna duda hacia todo, por los temas de conversación que a veces te aburren, quizá hasta por ir enrumbándome a un camino que no llegaste a imaginar. Pero si hay algo que pueda pedirte es que nunca olvides que yo soy un trocito de ti, y de mamá en este Universo, y en mi mochila están guardadas cada palabra, cada dirección y cada fundamento que echaron en mí. Tengo archivada cada profecía, y para que sonrías al momento de oír este escrito, se han ido cumpliendo poco a poco. Y por eso descanso, porque no hay un motivo de alegría más grande para un hombre que vivir a través de la protección de los profetas. Y es que el profeta es el único ente autorizado en arrancar del cielo las llaves de la prosperidad, de la protección y del conocimiento del futuro. Y yo, con el orgullo de un hijo profesional, digo que mi futuro está asegurado en Dios a través de ti.

IV

…y me despido – Porque los trámites burocráticos de los bancos me llaman -  no sin antes recordarte que te amo y que la razón principal de esta carta es marcar un antes y un después en la vida de Austerling Gioffrey Hernández. Dios estaba esperando el momento en que creyeses que era posible poseer la tierra. Ese tiempo llegó y como dice el gran King: “No hay un camino más honesto que aquel que estuvo lleno de piedras y de huecos, porque cuando sufrimos, es cuando más conocemos de nosotros mismos, y conocernos a nosotros mismos nos empujará siempre a cumplir nuestro llamado”. 

Tu hijo, el escritor. 

G.H 

“Tienes la palabra que derrumbará a mis enemigos.”

lunes, 15 de junio de 2015

Competir ante todo...



   1-  La humildad en el fútbol es una coraza que te protege y te hace mejor. Si te desprendes de ella, estás muerto. Colombia se sentía muy superior, quizá más de lo que la actualidad de sus piezas le permitía. Eclipsando con los éxitos del pasado, las carencias del presente. Y es ahí cuando el pundonor y la honestidad de once guerreros puede darle una bofetada a los pronósticos y recordar que en este deporte el talento no lo es todo. En estos torneos cortos es vital la capacidad de reunir a los más regulares y dejar a un lado los nexos emocionales que puedan existir entre jugadores y seleccionadores. Triunfo para Sanvicente. Llamado de atención para Pekerman.

2-   En esta era del fútbol moderno, los Venezuela y Colombia se han convertido en encuentros de alta electricidad. No es algo casual que La Vinotinto mantenga hegemonía frente al Clan de James y Cuadrado. Los cimientes de Farías aún existen y mantenerlos fue la decisión más inteligente de Noel en su primer gran reto. Aquel 5-0 en contra, obsequiado por Chile, le profetizó lo que podría pasarle a Sanvicente si trastocaba por completo el guion que nos llevó al éxito.  La humildad inició en el banquillo. Y esto se aplaude. Ya habrá tiempo para resetear los fundamentos de juego. Mientras, hay que perfeccionar los caminos que nos situaron como el cuarto mejor equipo de América. Y ayer, fue una demostración de lo que apenas inicia.

3-   Colombia no fue la del mundial, ni Venezuela la de la última fase de eliminatorias. Rancagua fue el coliseo que oficialmente inició la era Sanvicentista. Una unión entre el equilibrio, el irrespeto, la confianza y el fútbol. El vendaval mediático previo al encuentro podía estremecer a cualquiera. Vizcarrondo, de forma muy inteligente le cedió el balón de la obligación a Colombia, mientras el anonimato nos protegía. Dos líneas de cuatro bien cerraditas, basculaciones de libreto, y la honestidad en el aprovechamiento de las capacidades le permitieron a Venezuela sorprender a una Colombia que en 30’ no le pegó al arco.

4-   Es que con Rincón todo es más fácil. Nuestro pequeño Busquets corrió como alma que solicitaba Dios por toda la cancha. Y miren que Seijas erró varias veces la cobertura. Su predilección a la construcción le acrecentaba el trabajo a Tomás, quien aceptó al reto, y anuló al ‘10’ del Real Madrid. A James Rodríguez. De atrás hacia adelante. Rosales-Vizca-Túñez-Amorebieta. De ahí iniciaba el planteamiento táctico. El desafío era apelar al esfuerzo físico para no ubicar el bloque tan cerca de Baroja, y se logró. La sensación de encierro nunca existió, con todo y que por ratos Colombia confundida y deprimida hacía llover centros tras centros, que Vizcarrondo y Túñez rechazaban agradecidos. Se puede ser defensivos sin ser sometidos. Eso demostró ayer la zona 1 y 2 de Venezuela. Mientras Cuadrado gambeteaba de forma estéril, Vargas esperaba el corte de circuito, para recibir el balón y transformar en peligro todo lo que llegaba a sus pies.

5-   Enorme noticia para nuestros intereses. Vargas y la mejor versión que se ha llegado a ver de Lobo Guerra, dieron el equilibrio perfecto que debe existir entre la destrucción y el orden en ataque al recuperar el balón. Arango daba la pausa, y de espalda aprovechaba el aturdimiento de Sánchez y del pobre Valencia. Juan es el pacificador dentro de tantos velocistas de la nueva era. Contiene la mesura que los tiempos de un partido necesitan. Y aún no nombramos a Salomón.

6-   Porque Salomón merece un párrafo aparte. En dos años de continuidad y de acumulación de jerarquía en Europa, demostró que pueden ponerle dos centrales, y un lateral a su servicio, él se encargará de apelar a su bestialidad física para ganar los enfrentamientos y no temer al fútbol sin balón y de espalda al arco. Fue un superhéroe. Murillo y Zapata tendrán pesadillas por el resto de la Copa. La jugada del gol refleja lo vital que es un killer del área en estos torneos. Su gesto técnico transformó un centro difícil en una joya. Y al Rey Salomón le gustan las coronas, hechas en Colombia.

7-   Si James y Cuadrado no consiguen movilidad en sus compañeros cuando tienen la pelota, están sentenciados a la nada. Ni los laterales produjeron ofensivamente, ni los medios lograron salir de la telaraña tejida por Rincón. Colombia llegó a la última fase del encuentro, cometiendo los mismos errores de elaboración que tuvo en el primer tiempo. Esto demuestra la consistencia táctica y la lucidez física de Venezuela. Porque Pekerman y Cuadrado apostaron al desgaste del rival para ellos apoderarse de los espacios, y eso nunca llegó.

Y 8- Se exigía la competencia, y se alcanzó. Los recursos utilizados avalan el triunfo y permiten extender la ilusión. Una ilusión cimentada en la mejor generación de futbolistas que alguna vez llegamos a tener. Y si le añades un Cuerpo Técnico capaz, elástico y moldeable, se puede soñar con mejorar ya lo hecho. Mientras esa película del triunfo recorre la mente de 30 millones de venezolanos, por ahí se asoma Perú, quien incomodó en demasía a Brasil y demostró que no será fácil. Fé, trabajo y un montón de orden nos permitirá competir hasta el final. Somos más equipo que nunca.

Geoff I. Hernández

sábado, 6 de junio de 2015

Reinventando la grandeza...



  1-    En la vida y en el fútbol, uno de los procesos más complicados de conseguir es la reinvención. Ya sea por el añoro precoz de los éxitos del pasado, o por el terror que significa enfrentar al futuro entendiendo que los recursos ya utilizados no tienen los mismos resultados. Y reconocer el momento preciso para reconstruir sin sufrir es algo muy difícil, casi siempre el dolor es el camino más fácil para iniciar la ruta hacia la restitución de la grandeza.

2-    Y el Barcelona del año pasado sufrió. En el campo y fuera de el. Esta temporada tenían que tomar la decisión que los conduciría por la próxima década. Mantenerse ajustados al Torán del pasado o  reescribir la leyenda del club que en el fútbol contemporáneo se convirtió en dictador y en dueño de casi todo. Y sin dudas, optaron por esta última opción. Dejándose moldear por la frescura de un Luis Enrique que entiende el fútbol desde la óptica de Can Barca, pero con los recursos fundamentados en toda Europa.

3-    Las finales son cortometrajes que no te dan espacio al error. Son pruebas que debes entregar al profesor sin permiso de revisión. Las finales son el puente más corto a la gloria o al olvido. Y así lo entendió una Juventus que jugó el partido de su vida. Lo zarandearon como Drago lo hizo con Rocky en Rusia, lo tiraron a la esquina y le propinaron una paliza emocional y futbolística. Todo esto en apenas quince minutos. Rakitic al minuto cuatro encendía las redes, luego del recital que inició Messi por la derecha, asesinando a la Vecchia con pelotas cruzadas, un control orientado perfecto de Neymar y la asistencia del único jugador que tiene la capacidad de detener el tiempo cuando está en el área. Iniesta. Mr.Finales, levantaría la cabeza y le permitiría al croata llenarse de gloria y de colocar el primer sablazo al alma italiana, iniciando el festival.

4-    Pero no. Porque la Juventus es tan grande como sus virtudes y tan humildes como sus carencias. Después de un temblor continuo que llevó a Buffon a exigirse al máximo, el conjunto de Allegri mantuvo la calma. Recordó las charlas previas donde el psicólogo dejó muy claro: Si dan un paso hacia atrás, los devorarán. Y Morata tomó el testigo. Fue la precisión y exquisitez. Le dio motivos a Mascherano para nunca olvidar este partido. Se encargó de ridiculizar al jefe una y otra vez. De empujarlo a Piqué de su zona de señorío para asistirlo a Javier. Y  a partir de ahí todo fue a mejor. Aunque se sabían inferiores, nunca perdieron la fe. Creyeron hasta el final. Nada los derrumbó, y solo el talento les quitó la gloria.

5-    Barcelona jugó la final con la libreta de Luis Enrique en el pecho, al lado del escudo. Manejó a perfección los tiempos del partido en la primera parte. Apeló a esa eterna capacidad intimidatoria de Messi y a la energía inagotable de Neymar y Suárez para romper el muro. Un trío de actores de repartos se racionarían las funciones en el mediocampo. Rakitic volaría hacia la espalda de Pirlo y retornaría a ser el escudero de Alves. Y hasta en eso acertó Luis Enrique. Cuando le ofrecieron a Kroos, no dudó en preferir al croata-sevillano. Omnipresente y con un amor hacia la camiseta digno de cualquier canterano.

6-    Por su parte, Busquets seguiría al corriente de sus actuaciones previas en finales. Mientras los dos volantes que lo acompañen estén lúcidos y responsables, él será el mejor y nadie lo superará. Será una máquina tragabalones. Y cuando estos se estremezcan, Busquets sufrirá, al punto de fracturarse el equipo en dos partes. Así como ocurrió contra el Madrid en la primera vuelta y como se repitió en Berlín después del gol de Morata.

7-    Con la partida igualada a un gol se presentó un escenario que nadie imaginó. De repente la inferioridad de la Juventus no existía. De repente, la confianza en la circulación del balón del Barcelona se transformó en un manojo de inseguridades que empujaban al revoleo como coraza de protección. De repente, la hinchada catalana volvió a pisar tierra, y a observar como Pogba, Vidal y Morata descosían a puro corazón las bandas del Barcelona y ponían en peligro la repetición de la hazaña.

8-    Y  de repente, apareció Messi.

9-    Pidiendo la pelota, driblando como niño que huye de un padre violento, gambeteando como se aprende en el potrero, y con la seguridad de que ese esfuerzo terminaría en algo. Y terminó en los pies de Suárez, ese bicho raro, que es simbología de la pasión y que  tiene un olor a gol que ni sus fantasmas han podido disipar. Estuvo en el momento indicado para acabar con la disidencia, y enviar el momento de superioridad de la Juventus al arco que protegía de Buffon.

10-                      Piqué y Bonucci fueron dos gigantes en sus áreas. La ausencia de Chiellini ni se sintió. Lástima que el martillo aplanador de la MSN eclipse la gigante presentación del central Juventino. Y por el otro lado, está el Kaiser. El monstruo que se reinventó y volvió a ser el mejor central del mundo. Por arriba no pasa nada cuando el rival opta por el centro. Y por bajo, mucho menos. 25 rechaces de cabeza, y 6 tacleadas perfectas, así lo confirman.

11-                      …Y hay un nuevo triplete. Y la reinvención exitosa obliga a pensar en la estatura de sistema que ha establecido el Barcelona en España y en Europa, y que poco a poco estructura la Juventus en su país. Un Barca veloz, segurísimo de sí mismo, asesino cuando el rival se crece y llenos de recursos, ha llegado a la cima, una vez más.

12-                      La renovación de algunos, y la continuidad de otros, permitirán radiografiar más adelante el futuro deportivo del Barca. Lo que sí es innegociable, es esta generación que ha gerenciado el sustantivo “triunfo”  una manera excepcional y lo han llevado a convertirse en un tatuaje de interés y una anticipación de lo que se viene. Porque el Barcelona no es un ciclo. Es una idea. Y las ideas, regularmente terminan venciendo.

Geoff I. Hernández. 

sábado, 30 de mayo de 2015

La alianza de los perfectos…


  1-  Porque la perfección se cimenta con un modelo a seguir. Todo nace de allí. Hoy el Barcelona de Luis Enrique es una máquina trituradora de esperanzas, de modelos, y de funcionamientos.  Un mecanismo que en este último mes ha desatado una sinfonía inequívoca, imposible de descifrar, llegando al escandaloso punto de no ser amenazado por ninguno de sus últimos rivales, ni en España, ni en Europa.

   2- Athletic. Debe ser muy duro ofrecer un esfuerzo colectivo tan grande para que el don que habita en un hombre te destruya todo lo planificado. Nada se le puede reprochar a un equipo que a través de sus ideas intenta competir. Quizá lo único, fue la inocencia de no saber responderle al temblor, o peor, quizá no creerse capaz de vencer. Son tres reveses seguidos en finales contra los dictadores azulgranas en menos de siete años. Un choque emocional que el linaje bilbaíno sentía en sus hombros antes de pisar el estadio que Luis Enrique y Messi han convertido en un cementerio de ilusiones. Donde nadie sale vivo.

3-    Busquets era el hombre a seguir. El careo táctico del Athletic le permitiría disfrutar de libertad en creación y suficiente espacio para correr. Porque cuando Sergio corre todo parece perfecto, cubierto, y pulcro. Etxeita disfrutó en primer plano, las distintas partituras con las que el mediocentro catalán interpreta el fútbol. Mikel Rico lo incomodó en el único sector del encuentro donde compitió Athletic, en los primeros diez minutos. Nadie más pudo frenarlo. Era un torbellino de precisiones y de decisiones correctas. Otra obra directa a la inextinguible biblioteca de momentos hermosos que está coleccionando el gran Sergio Busquets.

4-    La final duró lo que el tridente quiso que durase. Y Balenziaga cometió el error de despertar a la bestia. A Messi no se le provoca ni se le estimula. Es como un tiburón cuando huele la sangre. Tirado a la banda, en silencio, como quien consume misiles y dispara armonías. Esperando su momento. Porque este Messi es diez veces mejor al que alguna vez soñó Pep. Es dueño de la eternidad. Y la da cuando es momento de darla, y gambetea, corre, frena, la pisa, engancha y la manda a las redes, cuando reconoce que eso es lo que hacen los grandes. Créanme, es un reto muy difícil intentar adjetivar este tipo de presentaciones de un argentino que tiene en su ADN el modelo bien establecido de lo que representa una institución que ha secuestrado lo más alto del fútbol desde hace siete años. Y usted, amigo que me lee, debería estremecerse al saber que Leo solo tiene veintisiete años. Y también veintitrés trofeos. Me cuesta creer que alguna vez existió o existirá algo mejor que ese enano tatuado que lleva la ‘10’ en el Barcelona.

5-    Pero no todo se trata de Messi. Porque la alianza de los perfectos la lideró un hombre al que la destrucción mediática se le metió en la cama y le gritaba al oído que su final sería el desastre y el olvido. Y es ahí cuando Luis Enrique construyó su mérito. Enfrentando al temor y a su orgullo, creando ese sistema de infinitos recursos que hizo mejor a Neymar, a Suarez y que lo reencontró con el único que podía llevarlo hasta donde están hoy. Y usted ya sabe a quién me refiero. El estado físico y mental de la plantilla refrenda la motivación que se transpira en el Can Barca.

6-    Con el descuido que casi mancha el impecable caminar de Stegen en su primera campaña como golero subtitular de la Alianza, inició la tormenta del Barcelona. Un gol legítimo que fue invalidado a Neymar, luego del alley-oop número seiscientos ochenta y seis mil de Messi sería la génesis del final. Poesía pornográfica de Leo, altruismo en su más pura especie de Suárez, y la combinación Alves-Messi bastó para ponerle números definitivos a una final que se jugó al ritmo que la MSN quiso. Porque son así de asombrosos. Hay un error colectivo de percepción. Muchos acusan a un Barcelona de dos caras. El triturador y el especulador. Y no es así. La MSN activa los sensores de la competitividad cuando quieren y cuando observan que es momento de agredir al rival. Se abren y cierran a placer. Frenan y aceleran a su equipo y a su enemigo, y esto no es cosa mínima. Solo se logra cuando el talento es mayúsculo y la solidaridad colectiva es infinita. A la MSN le sobran los minutos. Alba y Rakitic disfrutan del espectáculo, ofreciéndose como ayudas para aprovechar cada espacio del césped. Y la línea liderada por el Jefe Mascherano y la mejor versión vista de Piqué, solo salen a corregir los detalles que no pueden ser controlados por la naturaleza del juego.

7-    Caer no siempre es perder. Y la raza vasca demostró una vez más lo que significa el amor propio, el amor a los recursos construidos en casa. Y Valverde le devolvió el equilibrio a un equipo que casi toca el cielo con Bielsa. El fútbol tiene estas cosas. Y el talento que hay en las entrañas de un club modelo que defiende la autonomía y enseña el honor, es muy grande. Que la sangre galopante en las reacciones de Mikel San José al final del encuentro, no eclipse un espectáculo digno que limpia un poco el rostro corrupto y dictatorial que tiene el fútbol mundial por estos días. Aupa Athletic.

…y 8- La Alianza tiene un reto más y es en Alemania. La tierra que los llevó a replantearse sus ideales en 2013, el hogar que arropó al apóstol de este proyecto, a Josep Guardiola. El país, que de llegar a ganar, les entregaría de una vez por todas las llaves del fútbol Mundial contemporáneo. Porque no hay dinero que valga lo suficiente como para superar un modelo y una idea. De Messi, de Suárez y de Neymar es la sentencia. Ganar o Morir. Juventus los espera.


Geoff I. Hernández 

jueves, 7 de mayo de 2015

De Venganzas y de Messi...

   1- Todos tendrán que seguir compitiendo por el segundo puesto. No hay uno en la faz de la tierra que pueda ajustarse al nivel de compromiso íntegro y de calidad innata como lo hace Leo. Es ridícula la forma como puede dominar a placer un deporte. Entenderlo, mejorarlo, y secuestrarlo. Leo Messi es el fútbol sintetizado en una persona.

2-    Guardiola sabía que la única forma de salir vivo del Camp Nou era desnaturalizarse y rearmar su idea a través del sacrificio y de los relevos insaciables. Y de pararlo a Messi, claro. Siendo esto último, lo más imposible de todo. ¿Por qué? Porque el fútbol son momentos que van y vienen. De gloria y de sufrimiento. Como en 2013 y La Noche de los Cristales Rotos. Y hoy el genio que utiliza la ‘10’ es imparable. La construcción que ha confeccionado Luis Enrique tiene unas bases muy sólidas. Y ante eso se enfrentaba el diezmado Bayern, una víctima que se mostró débil y que terminó compitiendo como los grandes. Viéndole la cara sin estupor al monstruo de tres cabezas. Y alargando lo inevitable por el mayor tiempo posible. Sufrir estas circunstancias y lograr competir al nivel máximo hasta el 76’ es digno de admirar.

3-    Luis Enrique es el ganador en esta jornada. Su capacidad de reacción evitó la desgracia por allá en Noviembre, y entendió que si quería estar en lo más alto de Europa tendría que construir un rascacielos donde el ingeniero principal estuviese contento y sonriese de nuevo. Messi.  Un equipo compacto, distinto al hegemónico, con recursos nuevos y fuerzas renovadas. Un Barcelona enérgico, que no le teme al repliegue, que puede ser superado pero no maniatado. Luego del vendaval ofensivo inicial que les facilitó el 3-5-2 que puso Pep, donde Neuer emergió como la figura milagrosa, nunca cayeron en depresión. Bajaron revoluciones y terminaron cocinando un gol que casi se les escurría de las manos, o de los pies de la muralla alemana, como usted prefiera. Un primer tiempo glorioso, merecedor de una semifinal de Liga de Campeones.



4-    Las ausencias siempre pesan. Del medio hacia atrás el Bayern era un equipo con una capacidad de circulación impresionante. Relevos guionizados y un sentido de solidaridad en defensa, sello de Guardiola. Alonso era el sostén y Boateng el corrector. Pero cuando recuperaban y levantaban el rostro buscando la portería de Stegen, entendían que estaba lejos, tan lejos como Berlín. Un Lewandowski pletórico que luchó cada enfrentamiento, pero que nunca tuvo una opción clara. De nada valdría tanto esfuerzo. Ter nunca sintió al fantasma del peligro merodeando su zona, le preocupaba más el hecho de ser un líbero correcto y el elemento que reiniciaría la posesión del Barcelona.

5-    Hay jugadores que tienen la clase para competir en semifinales de Liga de Campeones, otros que no. Ivan Rakitic demostró, acallando a las voces insurgentes, que su nivel está al ritmo de este Barcelona. Impecable en todas las facetas que tiene el fútbol. Un interior que fungió de lateral, de llegador, de corrector y de ser el alma del equipo cuando llegaban los quince finales. Su asistencia a Messi es un regalo. No puedes correr casi 14 kilómetros, recuperar una veintena de balones, y no se premiado por la justicia. De ser el eslabón más débil, a convertirse en agente clave de esta vendetta azulgrana. En Sevilla era un llegador, hoy se reconvirtió a interior para no extinguirse, y la presentación de anoche fue un puñado de fe.

6-    Hay algo oculto en cada sensación. Dani Alves nivel 2009. Iniesta responsable y pulcro. Busquets superado por Schweinsteiger pero nunca maniatado. Un Suárez que se estremeció luego de fallar el mano a mano al inicio del encuentro – Paradón de Neuer que evitó lo que pudo haber sido una catástrofe – y un Neymar listo para su momento. Piqué y Mascherano son otros. Dos fiscales de tránsito que se complementan y limpian sus debilidades acentuando las virtudes siempre. Jordi correlón y un Messi imparable. Stegen desde atrás afinaba la orquesta, y esperaban, esperaban que cayese el primero, y el Bayern se sostenía en su historia y un gigante Xabi. De Muller no se supo nada hasta que fue sustituido reclamándole a Pep.

7-    0-0 al 75’, en ese instante todo era de Pep. Benatia y Boateng repelían todo y Lahm intentaba oxigenarse pero la presión culé era asfixiante. Y Bernat graduándose del guardiolismo – Triangular antes de revolear – no logró superar a un atentísimo Daniel Alves, quien recuperó y vio de reojo a la bestia, y todo acabó.

8-    El puñal de la bestia sepultó el alma herida de un Bayern que se sentía cerca de obrar el milagro. Y es que la crueldad tiene muchas formas, y muchos colores. Porque mientras mejor jugaba el cuadro muniqués, fue cuando la espada de la bestia embistió. Con un gol parecido al de Wembley, aquel que zarandeó a Van der Saar. Esta vez fue Neuer que ni pudo reaccionar. Y mientras Pep se sacudía el rostro para meterlo a Gotze, llegó Rakitic, y el ademán de Leo.

9-    Porque la jugada no fue fortuita, ya el ‘10’ la había imaginado, quizá en sueños, o en epifanías. La pidió porque había cuentas pendientes desde Brasil. La pidió porque había sangre de por medio, y porque no tendrían otro mejor escenario para la venganza que ese. Y quebró, destruyó, trituró la cintura y el espíritu de Boateng y de todo un equipo, picándola y regalándonos poesía de Balzac o de Charles difícil de olvidar. Hay muchos jugadores de calidad, pero ninguno que sea capaz de entregar momentos tan gloriosos como lo hace Lionel Andrés Messi Cuccitini.

Por: Geoff I. Hernández