domingo, 12 de mayo de 2013

Hoy no es el día de las madres..

Me toca siempre hacer el trabajo sucio. Decir lo que nadie dice, pero que muchos piensan. Arriesgarme a perder el cariño de los débiles del alma, por ser honesto. Es un negocio abstracto que sólo la satisfacción de acercar a la verdad a cualquiera, me puede pagar. La monotonía y simpleza nos empuja a seguir las ideas de los demás, pero siento que estamos para mucho más.
I

Hoy es un día, como cualquiera, soleado. Lleno de calor zuliano, domingo. El último kilómetro antes de ingresar a otra semana de esfuerzo y dedicación laboral-estudiantil. Domingo de clásico del fútbol nacional y de definición en el torneo clausura, eso es hoy.
Dentro de los distintos estratos que conforman esta masa heterogénea llamada “Sociedad”, hay un denominador común que comparten tanto los que tienen mucho, como los que no tienen nada, y es que, el superyó del venezolano está muy desarrollado. Explico. Según Freud (El dios del Psicoanálisis), el Superyó es: “Esa alcabala moral enjuiciadora de las actividades yoica. Constituye la internalización de las normas, reglas, y prohibiciones morales. “ ¿Esto qué significa en cristiano? Pues que nuestra conciencia está genéticamente predispuesta a atacarnos sin misericordia cuando cometemos errores, sobre todo en la juventud, cuando nos dejamos arrastrar por las olas de la rebeldía sin causa, sin medir consecuencias frente a quiénes tenemos en frente, los que nos lleva a decir, o hacer cosas que estremezcan las bases de las relaciones interpersonales. El drama se anexa cuando esos inconvenientes tienen escrito en el lienzo de vida: “Mamá”. Malas contestas, desobediencias, supremacía anárquica, en fin, cuando eso ocurre, ahí se planta la semilla de la culpa, y por eso insisto sin verborrea política, “El día de la madre”, es solo una pantalla creada por el hombre con el fin de limpiar las heridas de nuestras malas acciones a través de un regalo. A veces, somos tan ingenuos que creemos que funciona. Para nosotros sí, pero ellas no piensan lo mismo.

II

¿De dónde proviene el fulano día? Remontémonos a la historia. Hace siglos atrás los griegos tomaron este día para rendir tributo a Rea, la figura femenina más importante en la mitología de Grecia, siendo la madre de los dioses dueño del Olimpo: "Zeus, Poseidón y Hades". Otro punto de inflexión fue en Inglaterra, en el Siglo XVIII, cuando Doña, Julia Ward, redactó una sensible proclama, exactamente en 1870 titulada: "Proclama del día de las madres", que revolucionó la percepción sobre la fecha a millones de personas en todo el universo, ese fue la génesis de esta "fecha inmaculada", ahora bien, ¿Y qué hacemos con los otros 364 días sin connotaciones de efemérides? ¿Nos olvidamos de nuestras progenitoras? ¿Caemos en ese vacío vicio de la autosuficiencia que nos regala una libertad mentirosa, sin carga lógica? Cada quién es libre de desenvolver su personalidad como mejor le parezca (Art.20 de nuestra carta magna), pero, ¿Hasta dónde llegará la hipocresía del ser humano? Unas rosas, una carta, o mejor aún, estos nuevos regalos 2.0, una foto en el Instagram, o 600 estados en el Facebook, ¿Esto será el antídoto para romper con esa barrera que la mayoría de los jóvenes y adultos tienen con sus madres? Me parece simple demagogia hacerlo de esa forma. Soy creyente de que el amor tiene altas dosis de sensatez cuando no va atada a ningún interés externo. Cuando la sorpresa es el ingrediente principal. De eso soy devoto.

Siento que el vaivén cultural que rige a nuestro país nos lleva a bailar el son de otras ideologías. No comparto este día, aunque sí, tengo regalo para mi hermosa madre, creo que es más especial sorprenderla un rutinario 13 de junio, a que unirse a miles de feligreses, que intentan subsanar los problemas de conciencia con algo material. El amor de una madre, nada lo puede comprar.
Pd: Te amo mamá, eres el amor de mi vida. Perdóname por ir siempre en contra de lo que piensa la sociedad.

Tu primogénito: Geoff Hernández R. 

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