
2-
La inserción
de Costa en el once inicial demostró lo urgente que está España de una
renovación. El brasileño naturalizado, hoy habló portugués mientras que el
trivote central hablaba catalán, español y vasco. Sin Koke y sin un acompañante
en la delantera que le arrastre la marca, Costa se mostrará incómodo y sin
ningún chance de evolución. Hoy las dos que tuvo – Gracias al genio Iniesta –
lejos quedaron de ser aprovechadas. De Vrij disfrutó un montón las ingenuidades
asociativas de Costa.
3-
Holanda no
jugó un buen primer tiempo, pasó la mayoría de los minutos saltándose líneas y
buscando con pelotazos a RVP, y lo único que encontraba era perder la posesión
y no ocasionar ningún peligro. El penal dudoso fue lo mejor que le pudo pasar a
‘Los ciudadanos de los países bajos’, a partir de allí, De Guzmán y De Jong
dieron un paso al frente, desapareciendo del campo a la versión más gris de
Sergio Busquets y nula de Xavi Hernández. Cuando se somete la medular a España,
las bandas no son opciones claras de ataque. Azpilicueta, el reconvertido, se
va por lo sano, defender su zona y evitar los desastres a sus espaldas, y Alba nunca
aprovechó el espacio que Holanda dejó por la izquierda.
4-
El fútbol es
ánimo, fe y coraje. En ese orden. El empate supersónico de RVP, le abrió la
puerta a la esperanza, ese ingrediente indispensable para construir hechos
inolvidables. La génesis del empate holandés fue casi el 2-0 de España,
desnudando el mapa táctico de Van Gaal. Corte en el fondo y en dos pases estar
por la zona de los aleros. Centro y gol. A partir de allí, llegaría el
bombardeo de ‘Los ciudadanos del los países bajos’, fútbol. Orden. Paciencia y
una eficacia alarmantemente constante.
5-
España se
fue al descanso limpiándose la sangre que le dejó el bofetón de RVP, pero ni el
más negativo de todos los catalanes – Y vaya que hay bastantes – se podría
imaginar la desgracia, la humillación, la lección de fútbol y sobre todo, la
caída estrepitosa que sufrirían los reyes del mundo. Blind, De Vrij y Martins
fueron tres gandolas que surtieron de espacios a través de diagonales a Robben,
el eje de la vendetta, quien se juró nunca fallar de nuevo frente a Casillas.
Dos goles lleno de catarsis, de limpieza del alma, de Namasté, que le
permitirán a Robben ver lo que resta del mundial con otra disposición, y es que
de eso se trata el fútbol, de recordar las miserias del pasado para
transformarlas en grandezas del hoy.
6-
Del Bosque
tiene mucho trabajo por delante, y la parte principal de la revolución será
devolver la sangre a los ojos de sus jugadores. El talento no lo es todo, y
menos en un Mundial, que reúne la ilusión de centenares de portadores de fe. La
intensidad se quedó en Lisboa, en Can Barca y en la Cibeles. Hoy la campeona
del mundo fue una película de drama, de suspenso y de mucha angustia. El reloj
de arena comienza su andar, y si la metamorfosis no llega, el final estará
cerca, muy cerca. ¿Será la nueva versión de La Maldición de Lippi en el 2010?
…y 7- Holanda
puede ser herida, pero también tiene herramientas para hacer mucho daño, y si
su tridente de la gracia: Van Persie, Robben y Sneijder siguen con sangre en
sus ojos, las oportunidades irán in crescendo y lo que se presume en un proceso
de renovación, podría saltarse las etapas y quedar en una nueva historia de
amor de la Naranja Mecánica. El eterno subcampeón. Hoy pisaron el yugo
monárquico y sepultaron las jerarquías. Hoy fueron fútbol, y hoy derrocaron al
gran dictador.
Geoff I. Hernández
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