1- No fue penal en contra de Fred. Hubo falta sobre Rakitic en la
jugada donde nace el tercer gol. Neymar debió haber sido expulsado por el
codazo que soltó a Modric y no pareció tan clara la falta de Olic a Julio Cesar
en el que pudo haber sido el 2-2. Fue un festival que no esperábamos, distinto,
oscuro, gris- Aunque no tanto como la fofa ceremonia inaugural- . La fiesta de
la inauguración se convirtió en la inconsciente tarde la omisión. Sería
interesante saber cómo saldría míster Nishimura de la arena de Sao Paulo:
¿Satisfecho por haberse resarcido de aquel terrible fallo en Sudáfrica 2010
luego de expulsar a Felipe Melo y no pitarle un claro penal a Kaka o simplemente
escurrido luego de asegurarse que no participará más en este mundial? La
invención es el peor pecado en la religión de los árbitros.
2- El problema de la mayoría es que desconocía el buen funcionamiento
de ‘Los hermanos del noreste’. Croacia inició el partido como si no hubiesen 61
mil brasileños – y 4 asiáticos más – en su contra, con honestidad, orden y
mucha concentración. Rakitic y Modric mostraron versiones distintas a las
acostumbradas, quizá Luka se asemejaba un poco al catalizador de Madrid. Pausa
y trazo largo. En esa fórmula fue que más se notó la ausencia de Mandzukic.
Nunca consiguió a nadie frente a él. Siempre en horizontal. Rakitic, ni cerca
de ser lo que juega en Sevilla (Posicionalmente hablando) se mostró sobrio,
lleno de responsabilidad y de un despliegue conmovedor. Su peor problema fue
buscar los mano a mano contra Neymar. Siempre perdió, y Olic que exprimió y estrujó
las eternas falencias de Alves por la derecha se convirtió en una espada que no
se cansaba de cortarle la vida a Alves y complicársela a Thiago Silva. Digno
partido de Croacia.
3- Los nervios son permitidos en cualquier escala de la vida y en
cualquier situación de trabajo, hasta en el fútbol, el problema está cuando los
nervios se fusionan con la ausencia de ideas y se tergiversa el plan original
por culpa de la desesperación y las ganas de anotar. Eso le ocurrió a Brasil
luego del infortunio de Marcelo. Paulinho y Luiz Gustavo jamás estarán tan
disperso como ocurrió hoy, y esto lo inducía la libertad incómoda de Modric y
Rakitic. Brasil entre el minuto 12 y el 25 plasmó en una copia al carbón al
Barcelona de este año, carentes de asociación en zona media, empujaban sus
únicas opciones ofensivas a los vicios en las bandas de Marcelo y Alves.
Centros infructuosos y llenos de dudas que Córluka y Lovren despejaban sin
despeinarse, hasta que llegó el genio de la camisa número 11, el man of the
match, Óscar y su sinfonía abarrotada de elegancia y eficacia que limpió un
poco la imagen de un Brasil que tendrá que mejorar en funcionamiento si desea
alzar la Copa.
4- Óscar es lo más parecido al fútbol total que tiene hoy Brasil, y
cuando me refiero a fútbol total hablo de paciencia, elegancia, sutileza,
solidaridad y ese don innato que tienen pocos jugadores: Pensar antes de
actuar. Achicó, recuperó, gambeteó y participó en los tres goles. Su lucidez
hizo ver menos torpe a sus compañeros zonales. Lástima que Hulkie se encargara
de destruir cada cosa que él construía. Quizá necesitaba a William a su lado, o
quizá solo debían alejar a Hulk de su vista.
5- El segundo tiempo fue partido hasta la desgracia de Nishimura. En
pulso y con cabeza fría, Croacia empujó a una zona bastante incómoda a Brasil.
El ingreso de Brozovic obligó a Rakitic a convertirse en el vértice inferior
del triángulo de mediocampista y esto lo aprovechó Modric que inició a circular
la pelota con más tranquilidad. ‘Los hermanos del noreste’ mantienen sus
ilusiones intactas, aunque Novac soltó par de bombazos justos en la sala de
prensa después de la injusticia arbitral, siguen siendo candidatos para superar
la primera ronda.
6- Neymar, el director del scratch jugó libre, sin restricciones
zonales y con punto de partida en la zona del ‘10’, allí nació el empate. Cuando
peor la pasaba su equipo apareció su magia, esa gambeta cósmica difícil de
detener y esa suerte que solo los grandes tienen. Disparo raso imposible para
Pletikosa.
..y 7- Las oscuras calles de la injusticia ya aparecieron en el
Mundial. La credibilidad de los árbitros y la esencia del torneo está en juego.
Los ojos del mundo están más abiertos que nunca, y si hay un equipo que no
necesita ningún tipo de ayudas, ese es Brasil. Veremos si en la cancha, donde
debe ser, el Scratch logra disipar esta controversia. Mientras, la
verdeamarelha hoy fue más gris y sombría que nunca.
Geoff. I
Hernández.
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