sábado, 28 de junio de 2014

Los guerreros también lloran...

     1- La vida te da y te quita. Te abraza y te da la espalda. Te humilla y te exalta. La vida a veces se resume en muchas cosas, y una de esas es el fútbol. Hoy recibimos un regalo. Una historia que le contaremos a nuestros hijos, a nuestros nietos, a nosotros mismos. Una batalla entre dos naciones. Veintiocho gladiadores que se desprendieron de sus ayeres y que sobrepasaron lo natural, lo humano y lo físico para alcanzar el triunfo. El ejército todopoderoso brasileño contra Sampaoli y su clan de la fe. No siempre el ganador será el vencedor, y no siempre el derrotado será el vencido. Hoy Chile demostró que solo el azar puede romper las cimientes futbolísticas de un equipo convencido. Gracias Bielsa. Gracias Sampaoli.

2-    El inicio fue un vendaval amarillo y verde. La inserción de Fernandinho sería el único acierto de Scolari en todo el encuentro. De resto, increíble la ausencia de peso en las tomas de decisiones dentro del Cuerpo Técnico de Brasil. Fernandinho liberó a un Luiz Gustavo que iba y venía, protegía a Dani Alves y relevaba a David Luiz. Neymar era un galgo sediento de sangre. Por dentro, por fuera, por el centro. Participaba en la elaboración y finalizaba. Solo le faltó el tino de otras tardes. Treinta minutos redondos y profundos para Brasil que disfrutaba del arranque de nervios que sufrió Marcelo Díaz y el clan de la fe. Hasta aquel terrible saque de banda. Entre Marcelo y Hulkie, despertaron a una bestia que no descansaría hasta el golpeo en el palo de Jara en los penales. Gol de Alexis y resurrección del plan de Sampaoli. Brasil terminó el primer capítulo de esta novela, dependiendo del Gran Julio César, y sin rastros de fútbol.

3-    En lo táctico fue soberbio el triunfo de Sampaoli. La inclusión de Felipe Gutiérrez por un Eduardo Vargas comido por Luiz Gustavo y asfixiado por Fernandinho, rompió el partido. El peor error de Chile fue no atreverse a perder el equilibrio cuando dominaba a placer y utilizaba todos los sectores de la cancha para circular la pelota. Alexis y sus personajes mostraron su rostro más fino. El asistidor. El finalizador. El recuperador. Después del peor primer tiempo en su carrera, Díaz mejoró, y esto potenció las escapadas de un Arturo Vidal mal físicamente, pero perfecto en amor propio y responsabilidad. Isla se encargó de ayudar al Man of the Match chileno, el sujeto al que profundizaremos en el próximo párrafo. Gary Medel. Después del setenta, los jugones se soltaron. Triángulos. Permutas. Asociaciones de zona dos y tres. La amplitud y el repliegue bastaron para frenar a la peor versión de Brasil desde Croacia. Pero no bastó el festín de fundamentos, sin profundidad en el área no hay peligro. Por eso Thiago Silva y David Luiz son los héroes silenciosos.

4-    Gary Medel sufrió un desgarro en una de sus piernas. Ayer no pudo completar el entreno, y se le unió al Rey herido, y a Alexis. Pero cuando el corazón envía señales y el esfuerzo se adhiere a la sangre, es inevitable ir hasta el final. Jugó. Y cuando me refiero a jugar, especifico la lucidez en la ubicación. Lento en la primera parte, y mucho de esto tuvo culpa Marcelo Díaz al no apoyarlos cuando se desprendían los carrileros. A partir del segundo tiempo, cuando Chile secuestró a Belo Horizonte, Medel cortó todo lo que se acercaba a su zona. Por arriba, se dio festín frente al impresentable Jo. Y salió cuando no pudo más. Cuando el músculo le imploró parar. Allí cayó desprendido, el alma de un guerrero y las lágrimas de un triunfador.

5-    Willian es una versión correctora de Paulinho. Responsable, con fútbol, y aunque erró el penal en la tanda, sacó del embudo de la desesperación a Brasil en el peor momento del partido y le otorgó los recursos para que el desaparecido Neymar, tomara las riendas del ataque brasileño y le bombardearan el arco a Claudio Bravo y al ángel que tiene al lado.

6-    Julio César, el emperador de esta generación presionada. Claudio Bravo, el eterno capitán chileno. El alfa de una batalla imborrable. Las lágrimas del golero brasileño, que se interpretaron incorrectamente. No era presión. Eran muestras de agradecimiento a la vida por darle el escenario para resarcirse de aquella fatídica noche en Sudáfrica frente a Holanda y vaya que lo hizo. Te da y te quita. Te alaba y te humilla. La vida como el fútbol. Y Claudio se fue triste, pero con la satisfacción de saber que es un héroe de este clan de la fe.

7-    La crueldad de los penales. La ironía del azar. Los latidos que aromatizaban un ambiente que por momentos olía a desgracia. El travesaño brasileño. Ese disparo de Pinilla que pudo ser y no fue. Esos penales que no entraron. Todo se dio, para que el clan de la fe no clasificara. De una u otra manera, Chile se irá, pero volverá. Porque su fútbol es exquisito. Porque secuestraron a Belo Horizonte. Porque arrinconaron a la pentacampeona, y porque ya no son kamikazes, sino, un puñado de hombres creyentes de una idea y abarrotados de fe.

…y 8- Brasil sigue, como sigue el Mundial, como sigue la vida, y como sigue la historia, pero este destello vivido en Belo Horizonte, jamás podremos olvidarlo. El fútbol y la vida se unieron, y hoy agradecemos por eso.

PD: Hoy, públicamente, pido que me disculpes Howard, dudé de ti, como lo hizo el Mundo entero. Brillante presentación. Gracias por no manchar más, la ya manchada imagen de este Mundial.


Geoff I. Hernández

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